Pitch Perfect

Hace unos meses les conté sobre esta película y mucha gente agradeció la recomendación. Sin embargo, sé que hay mucha gente que no tiene idea de lo que se está perdiendo, por eso, aquí estamos. Dale play al video y dejate llevar.

Lo ideal para ver Pitch Perfect es verla directamente, sin saber mucho del argumento, dejándose llevar y sorprendiéndose con lo que pasa. Si confiás en mí, andá, mirala y volvé.

Pitch Perfect es, en muchos sentidos, la Bring It On de esta nueva década, y sé lo que estoy diciendo, creanme.

Estoy sentado hace unas horas acá, tratando de ver la mejor manera de venderles la película, pero no me sale. No porque la película sea mala, sino por todo lo contrario, tiene tantas cosas geniales que no sé por dónde empezar. Por eso, vamos a seguir una estructura y comentemos lo que se suele comentar en este tipo de casos.

El argumento. No importa demasiado, está bueno, es super entretenido y disfrutable. Resulta que la protagonista llega a la universidad y después de unos meses de indecisión, se mete en el club de cantantes a capela, donde va a torneos regionales y redefinen el género en cada entrega. Cada grupo tiene que hacer un cover de una canción de manera grupal, hacerle arreglos y coreografiarla de la mejor manera para ganar y ser los mejores cantantes a capela del mundo. Es justamente una mezcla entre Bring It On y Glee, pero con la parte de Glee no tan gay y, en realidad, bien hecha.

El elenco. Bueno, tenemos un elenco compuesto por muchachas que es probable que hayas visto en algún otro lado, pero no de la manera que las ves acá. Pitch Perfect es un semillero de pibas y probablemente un puerta para muchas de ellas, que esperemos que triunfen en cosas más grandes de aquí en más.

Si te gusta Anna Kendrick, acá la vas a terminar de amar. Si no la conocés, probablemente también te enamores. Lo mismo con Brittany Snow, Anna Camp y Alexis Knapp, entre algunas otras. Seguramente de acá salgan minas que en un par de años vamos a tener como fijas en ‘Las 100 perras más perras’ de ASPEB, así como pasó en su momento con Mean Girls, por ejemplo.

En la parte masculina rescatamos a Skylar Astin, que no hizo nada importante hasta el momento, pero que demuestra gran talento y mucha naturalidad para la comedia.

A su manera, Rebel Wilson da un paso enorme con cada película nueva que hace y se llena de comedias nuevas todos los años. Según dice la leyenda, la mayoría de sus diálogos fueron totalmente improvisados, lo que ayudó muchísimo al ritmo y la química de la película. Y si hay algo que se nota en el film, es la buena onda que hay entre todos y lo fluidas que son las interacciones entre los personajes, como si se conocieran de antes y fuera todo muy natural.

La dirección. Está a cargo de Jason Moore, que hasta ahora sólo había dirigido capítulos aislados de un par de series no muy importantes, y nada más. Hay que decir que su primera película está bien filmada. No hay escenas de más, todas tienen su finalidad y hay transiciones y cortes hechos de manera magistral. El guión sale del libro de Mickey Rapkin, adaptado por Kay Cannon, así que no podemos darle crédito por eso a Moore, pero la verdad es que la película está muy bien filmada y eso es lo que importa.

Probablemente el punto más fuerte del film es la música. NO! POSTA!? Hay covers de canciones de Madonna, Rihanna, Miley Cyrus, Flo-Rida, Simple Minds, Michael Jackson, Bruno Mars y un montón más, hechos con arreglos copadísimos y cantados a capela con coreografías geniales. Realmente, hay películas que cuando las terminas, te dan ganas de escuchar el OST una y otra vez. Pitch Perfect es una de ellas.

Esta vez no son porristas, son cantantes a capela, pero la idea es la misma en muchos sentidos. Estamos ante un nuevo clásico. La podes ver con quien quieras. Tu mamá, tu novia, amigos, solo, con el que sea, y la vas a pasar genial. Ese es el resultado que te da una buena película.

Botón volver arriba
Cerrar